Una dama lloraba por la pérdida o robo de un collar; lo buscó por todas partes, y se sintió inconsolablemente triste. Después, al pasar frente a un espejo, encontró el collar perdido alrededor de su cuello. Por consiguiente, estuvo allí todo el tiempo. De igual manera, Dios está allí, como el morador interno, lo sepan o no. El amor es de tres clases: a) el amor centrado en uno mismo, que al igual que una lamparita, ilumina solo una pequeña habitación; b) el compartido, que al igual que la luz de la luna, se expande más, pero no es más clara; c) centrado en los demás, el cual, al igual que la luz del sol, es generalizada y clara. Cultiven el tercer tipo de amor; esto los salvará. Todo el servicio que hacen a los demás a través de ese amor, es de hecho servicio hecho a ustedes mismos. No es a los demás a quienes ayudan, es a ustedes mismos, recuérdenlo. Sathya Sai. (Discurso del 27 de febrero de 1961).
