Que se haga Su voluntad: este debe ser el lema de ustedes. El emperador de los Cholas deseaba visitar el templo Gopuram de Srirangam, del cual había oído hablar mucho. A lo largo de seis meses, muchas veces hizo alistar su carroza y emprendió el viaje; pero todas las veces su vehículo fue interceptado por un eremita de túnica ocre, con un rosario al cuello y un halo alrededor de la cabeza. Cuando descendía para honrarlo, el extraño iniciaba una conversación tan encantadora que el emperador olvidaba su viaje y su propósito. Un día, cuando se lamentaba por no haber podido llenar sus ojos con la gloria de Srirangam, el Señor apareció ante él y dijo: ¿Por qué te lamentas? Yo soy el Maestro que llegó a ti tantas veces, en cuanto salías para Srirangam. Reconóceme en todos; ese es el verdadero peregrinaje a Srirangam. Consideren a todos aquellos con quienes se encuentran como el Señor de Srirangam, su Maestro. Demuestren un inmaculado amor hacia todos los que llegan a ustedes». Sathya Sai (Discurso, 14 de junio de 1967)
