Mediante la contemplación constante deben darse cuenta de que el mundo es el cuerpo de Dios y de que ustedes son una célula en ese cuerpo. La prosperidad del mundo es la prosperidad de ustedes; siéntanlo así, piénsenlo en esos términos y actúen en ese espíritu. Eso es verdadera espiritualidad. El aspirante espiritual (sadhaka) no puede separarse del mundo y escapar a la soledad, ya que el mundo lo seguirá hasta la cueva más profunda o al bosque más oscuro. El sadhaka puede afirmar su progreso solo cuando ha establecido en sí mismo la fe en la unidad de la humanidad. Cada cosa y cada ser no son sino olas en la superficie del vasto e ilimitado océano atemporal, que es Dios. Las olas pertenecen al océano y dependen de él para su existencia individual; pero el océano no tiene necesidad de las olas. Por lo tanto, ustedes están inextricablemente unidos a todo lo demás y a todos los demás. Sathya Sai .- Discurso del 22 de marzo de 1973.