El hombre puede obtener la paz permanente solo cuando descubre la suprema e invariable base; hasta entonces, también él tiene que balancearse y oscilar en el mundo cambiante, entre la alegría y la pena. Como Vivekananda y Nagamahashaya, las personas deben ser urgidas por la sed de conocer al Creador tras la creación, a la Persona tras las marionetas. Nagamahashaya comenzó desde la actitud de Dasoham (soy el servidor) y reduciendo su individualidad se hizo tan pequeño que pudo escurrirse entre los grilletes de la ilusión, para escapar hacia la Eterna Verdad Universal. Vivekananda, por el contrario, comenzó desde la actitud de Soham (soy Él): se hizo tan vasto y grandioso que rompió los grilletes y se fundió en la Soberana Verdad Suprema. Cuando ustedes se ganan el jnana de la identidad de su realidad con la Realidad que existe tras el universo, maya (la ilusión) no puede afectarlos. Sathya Sai (Discurso, 4 de octubre de 1965)