Las Gopis, simples y sinceras pastorcillas de Gokula, buscaban a Krishna en cada arbusto y enramada, porque él las fascinaba pero se mantenía siempre alejado. Este es solo otro modo de describir la búsqueda del Dios que sabemos está dentro de nosotros, y que elude nuestros esfuerzos por sumergirnos en esa dulzura. Krishna se oculta en los rincones del corazón de ustedes; allí tienen que buscarlo, para sujetarlo fuertemente. Él huye, pero deja sus pisadas marcadas con la leche que ha pisado en el apuro por alejarse de nuestro alcance. Sí, la lección es: reconozcan sus pisadas en cada objeto de belleza, en cada acto de bondad, en cada lágrima de gratitud, en cada suspiro de compasión, y descúbranlo en la enramada de su propio corazón, lleno con la fragancia del amor y la luz de la virtud. Sathya Sai (Discurso, 3 de septiembre de 1969)