En el Gita, el Señor ha asegurado que la persona que muere con el Pranava (Om) en su último aliento está segura de ser liberada. Claro está, el simple recordarlo no sirve de nada. El sonido “Om” no ayudará si la mente está revoloteando de un deseo a otro, llorando por la inminente partida del mundo y temblando ante el desenlace que se avecina. En tal caso, ¿cómo puede ayudar el sonido? La gloria del Om debe ser aprehendida a lo largo de la vida si ha de destacarse en la mente en el momento de la partida. Hay quienes niegan a las mujeres el derecho de repetir el Pranava. Esto es puro prejuicio; no está establecido en las escrituras. Si las mujeres tienen derecho a Brahmavidya (Yajnavalkya se la enseñó a Maitreyi, su esposa), como lo demuestra Gaargi, la gran erudita en la corte de Janaka, ¿cómo puede alguien mantener el Pranava lejos de ellas? Sathya Sai Baba. (Discurso del 23 de noviembre de 1996)