¡No deben depender de otro para los servicios que bien pueden hacer ustedes mismos! ¿De qué sirve extenuar a un sirviente complaciendo sus deseos y que ustedes estén sentados perezosamente en meditación? Comprométanse en actividades, dedíquense a actos de adoración y hagan todo para la gloria de Dios; eso es mucho más fructífero que la «meditación» en la que están confiando. Del mismo modo que un termómetro indica el calor del cuerpo, ¡su conversación, conducta y comportamiento indican sus aptitudes y actitudes mentales y muestran cuán alta es la fiebre de mundanidad que los aqueja! Estos deben ser Sátvicos (puros), desprovistos de emociones tales como el odio o el orgullo. Hablen de manera apacible promoviendo la paz en los demás. ¿Cuál es la utilidad de la repetición del Nombre (japa) y de la Meditación (dhyana) cuando su conversación y conducta no son siquiera humanas? ¿Cómo pueden esperar acercarse a lo Divino mientras se arrastran en el lodo de lo bestial? Sathya Sai Baba (Discurso del 12 de octubre de 1969)