Algunos, que no tienen experiencia ni ponen en práctica sus palabras, andan por ahí declarando que el camino hacia la paz consiste en mantener a distancia el mundo. Eso no es paz; es precisamente lo contrario. Si se lleva una semilla lejos del árbol, ¿no crecerá a su vez hasta ser un árbol? Si no quieren que eso ocurra, deben hervir la semilla o freírla sobre el fuego. Así también los impulsos y deseos que germinan deben ser fritos sobre el fuego del discernimiento (vichara); entonces emergerá la verdadera paz. Si, por el contrario, escapamos de las responsabilidades de la vida en la sociedad, no se puede disfrutar de la paz; ¡no llegará nunca! En cambio, si los deseos (vasanas) son controlados y eliminados, no hay necesidad de huir. Contentándose con lo que tienen, negándose a estar preocupados por la ausencia de cosas que no tienen, y procurando en lo posible reducir y eliminar los deseos, las pasiones y los odios, esfuércense por cultivar y practicar sistemáticamente la verdad, el dharma, el amor y la paciencia (sahana). Sathya Sai Prasanthi Vahini, Capítulo 15)