Todo aspirante está al tanto de cómo Droupadi mereció la gracia del Señor por su dharma y su paz. Aunque sus esposos eran héroes poderosos y monarcas de gran fama, ella buscó refugio en el Señor Krishna, sintiendo que todos los demás no eran de utilidad. Sin embargo, Prahlada no buscó refugio en circunstancias similares. Al nacer, había entregado todo al Señor. Sabía que el Señor estaba siempre a su lado y que él estaba siempre al lado del Señor, por lo que no tenía necesidad de pedirle Su protección. Prahlada no era consciente de nada excepto del Señor; no podía distinguir entre una función del Señor y otra. Por lo tanto, ¿cómo podía orar por protección cuando no sabía que estaba siendo castigado? Para todas esas almas intoxicadas de Dios y dedicadas a Él, la oración es innecesaria. Pero hasta que esa etapa es alcanzada, la oración en una actitud de paz es esencial para los aspirantes. La oración con esta actitud promoverá el disfrute de la ecuanimidad (sama-rasa). Sathya Sai Baba. (Prasanthi Vahini, capítulo 2 de la edición en español)