Los Vedas nos enseñan que existe el Uno soberano, detrás de todas las reglas y restricciones en el universo. El Uno que es el centro de cada objeto, cada unidad de energía, cada partícula y cada átomo, bajo el cual opera cada uno de los cinco elementos —éter, aire, fuego, agua y tierra—. Amar, adorar y rendir tributo a este Uno es lo que nos enseñan los Vedas. Esta es la gran filosofía del amor, esclarecida en los Vedas. El secreto supremo es que la gente debe vivir en el mundo donde han nacido, como la hoja del loto, que a pesar de nacer en el agua, flota sobre esta sin ser afectada ni mojada. Por supuesto, es bueno amar y adorar a Dios para ganar frutos valiosos aquí o en el más allá, pero al no haber un objeto más valioso o que merezca la pena más que Dios, los Vedas nos enseñan a amar a Dios sin deseos en la mente. Amen, ya que deben amar, por el amor mismo. Amen a Dios, porque todo lo que Él puede dar es menos que Él mismo. Ámenlo solo a ÉL, sin ningún otro deseo ni demanda. – Sathya Sai Baba.(Sathya Sai Vahini, Capítulo 1- versión en inglés)