Todos son actores en la obra teatral diseñada por Él: muñecas que bailan y actúan según Él tira de los hilos. El papel que ustedes tengan podría ser el de un funcionario, un soldado, un agricultor, un mendigo o un oficinista. Actúen bien su parte, para que la obra pueda ser un éxito. Háganlo todo con espíritu de dedicación, como si en cada momento actuaran, hablaran, e incluso sintieran, en respuesta a una orden recibida. Para lograr ese sentimiento de dedicación, los Bhakti Sutras (aforismos sobre devoción) prescriben nueve caminos, pero el más fácil y el más practicable es una vida vivida en la constante rememoración del Señor. Una barra de hierro se hunde en el agua, pero si la forjan convirtiéndola en un recipiente hueco, flotará alegremente, e incluso transportará cierto peso. De la misma manera, la mente del hombre se hunde fácilmente en el mar de los sentidos; fórjenla haciéndola hueca, martillándola con el Nombre del Señor. Flotará segura sobre un mar de problemas. (Discurso, 27 de julio de 1961)