Sin poner en práctica las enseñanzas del Gita no podemos obtener de él la bienaventuranza. Recitar o escuchar interminablemente el Gita no servirá de nada, si no hacemos nada por purificar el corazón y librarnos de las malas cualidades tales como el ego, el egoísmo y el orgullo. Es mejor poner en práctica una sola estrofa del Gita que aprender de memoria las 700 estrofas. Ningún estudio espiritual ni Sadhana puede ayudar a purificar nuestro corazón, a menos que nosotros mismos hagamos el esfuerzo. Y cuando el corazón es purificado, se convierte en una digna morada para la Divinidad. Consideren todo lo que hagan como un deber que se cumple sin motivo alguno de interés personal ni provecho egoísta. Solo cuando todas las acciones, ya sean Yagnas, Tapas o cualquier Sadhana, son realizadas como ofrenda a la Divinidad, son santificadas y liberadoras. Nacemos a través de acciones guiadas por los deseos (Icchashatki karmas); a través de acciones libres de deseos (anasakti karmas) podemos librarnos del renacimiento. (Discurso, 28 de septiembre de 1984)