Hay dos puntos de vista que luchan por ser aceptados por ustedes: el Paramarthika y el Vyavaharikalo, lo espiritual y lo mundano, lo «basado en la realidad» y lo «basado en la apariencia». Imaginen que ven aparecer a una serpiente en el camino. En realidad, es solo un pedazo de soga, pero parece una serpiente y ustedes sienten terror. ¡Su terror no convierte a la soga en una serpiente! Cuando la iluminan con una linterna, descubren que la soga siempre fue una soga! El Universo es lo que aparece; la realidad es la Divinidad, Brahman. ¡Cuando la luz de la sabiduría brilla, se revela la Verdad! El Universo está envuelto por la Divinidad; ¡es su vestidura! Jesús sabía que todo es la voluntad de Dios. Así, aun en la cruz, cuando sufría la agonía, no abrigó ningún mal deseo contra nadie y exhortó a los que estaban con él a tratar a todos como instrumentos de Su voluntad. «Todos son uno; sean iguales con todos.» Practiquen esta actitud en su vida diaria. (Discurso del 24 de diciembre de 1980)
