Mientras ustedes tratan de obtener lo mejor a partir de los dones de la naturaleza, deben estar primero equipados con humildad y simplicidad; de lo contrario, sólo serán arrastrados a la ruina, a través de muchos deseos insatisfechos. Ravana deseó a la Naturaleza (de niña, la Madre Sita fue hallada en un surco de un campo arado), pero él no se había purificado lo suficiente mediante el sadhana de buscar a Dios; por eso ocurrió su caída. El deseo conduce a la ira, cuando es frustrado; la ira debilita el cuerpo, deteriora el sistema digestivo y nos persigue rápidamente hacia la vejez. Recuerden: cuando Prema (el desinteresado amor divino) es instalado en el corazón, allí no tienen cabida los celos, el odio ni la falsedad. No busquen Prema de los demás si les niegan Prema a ellos. ¡No es tráfico en un solo sentido! Vivan en Prema, vivan con Prema, muévanse con Prema, hablen con Prema, piensen con Prema y actúen con Prema. Éste es el mejor y más fructífero Sadhana (el esfuerzo espiritual) (Discurso, 30 de marzo de 1973)
