Deben sembrar la semilla del amor en todos los corazones vacíos. Riéguenla con amor. Permitan que el amor fluya inundando y llegando a todo. El hombre moderno dirige su amor hacia los objetos mundanos y queda atrapado por diversas complicaciones. El amor vive dando y perdonando. El ego vive tomando y olvidando. Cultiven el amor desinteresado. Amen a todos. Que los demás piensen lo que quieran. No hay necesidad de temer a nadie. Hagan que su amor sea puro. Entonces, todo el mundo se volverá puro. Oren por el bienestar de todos y lleven una vida ejemplar. La vida no se les ha dado para anhelar objetos mundanos. Implanten un ideal para el mundo entero. ¿Cuál es el ideal que deben implantar? Deben ayudar lo más que puedan. La mejor manera de amar a Dios es amar a todos y servir a todos. Adoptando el servicio y el amor como sus ideales, comiencen una nueva vida desde ahora. Esta es Mi bendición para ustedes. (Discurso del 1 de enero de 2000)