La escolaridad es un desperdicio si los niños no aprenden virtudes perdurables ni desarrollan fortaleza de carácter como resultado de ese proceso. Ahora aprenden una cantidad de máximas del libro de lecturas, ¡pero en la vida cotidiana no ponen en práctica siquiera una! Deben aprender a tener reverencia hacia sus padres, maestros y mayores. Aun de niños, deben aprender la gloria de Dios, que es su propia realidad interior; deben comprender que no son el cuerpo, sino el dehi (residente) que es el mismo dehi en todos. A través de bhajans (cantos devocionales) y shravana (escuchar historias de la gloria de Dios) estas inspiradoras verdades pueden ser presentadas por padres y maestros que las conocen, y las practican en la vida cotidiana. Entérense de sus propias noticias, antes de entusiasmarse con las ajenas. Aprendan el ABC de su propio alfabeto; entonces, podrán aconsejar mejor a los demás en su aprendizaje y su vida. (Discurso, 19 de enero de 1969)