Ustedes desean beber algo dulce, pero en lugar de azúcar ponen sal en la taza, imaginando que es azúcar. Ese es el estado actual del hombre. Ansía la paz, pero no sabe cómo obtenerla. Los medios que adopta no lo conducen al fin anticipado. Un gran porcentaje de las personas que acuden a Mí solicitan moksha (darse cuenta de quién es uno mismo, o la liberación) de la esclavitud del dolor y la alegría, el nacimiento y la muerte. Sin embargo, cuando les ofrezco bendecirlos con la consumación de su deseo, no se adelantan a tomarlo; preferirían tenerlo diez o cinco años más tarde. Toda esa sed y ansias son solo una pose; es un eslogan de moda, nada más. El hombre debe ser sincero; su palabra debe concordar con su sentimiento, y su acción debe concordar con su palabra. Emprendan esta práctica, al menos a partir de hoy. No sean falsos para consigo mismos. (Discurso, 15 de febrero de 1969)