Ustedes saben que el mundo del sueño es un mundo fantástico sin sentido, en el cual cincuenta años pueden comprimirse en cinco minutos y cosas e incidentes extraños se toman como realidad presente y experimentada. Pero déjenme decirles que desde el estado de Realización, incluso el estado de vigilia en el que analizan los sueños y los declaran inválidos, está igualmente desprovisto de validez. Por lo tanto, tengan un sentido de valores, más bien, una escala de valores; den a todo y a todos, su real valor, ni un ápice más.
Cinco envolturas encubren al Atma y esconden su esplendor haciendo que no se revele. Conviertan a todas ellas en puras y brillantes. La envoltura física (“annamaya kosa”) debe ser purificada mediante alimento bueno, limpio y puro. La envoltura vital (“pranamaya kosa”), mediante la respiración tranquila y estable y un temperamento ecuánime. La envoltura mental (“manomaya kosa”), debe ser purificada mediante emociones y pensamientos sagrados, inafectados por el apego a los sentidos ni por la alegría o el dolor. La envoltura de sabiduría (“vijnanamaya kosa”) por la contemplación de la realidad; y la envoltura de bienaventuranza (“anandamaya kosa”), por la inmersión en el éxtasis de la realización de Dios. (Discurso del 26 de febrero de 1961)