Mensaje de la pizarra de Prashanti Nilayam del día 31 de agosto de 2020

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La mente está hecha de la trama y urdimbre de los deseos. Así la primera cosa a ser conquistada es el demonio del deseo. Para esto, es innecesario llevar a cabo una gran guerra. Tampoco es necesario usar palabras complacientes para persuadir al deseo de que desaparezca. Los deseos no desparecerán por temor de uno o en favor del otro. Los deseos son objetivos; pertenecen a la categoría de lo «visto». Con la convicción de «Yo soy solo el que ve, no lo visto», quien es de mente persistente se libera del apego. Por medio de lo cual, el deseo es conquistado. Deben vigilar el trabajo de la mente desde afuera; no se involucren. Ese es el significado de esta disciplina. La facultad de la mente es como una fuerte corriente eléctrica. Debe ser observada desde la distancia y no ser contactada o tocada. Tocan la corriente y son reducidos a cenizas. Entonces también, el contacto y el apego le dan a la mente la oportunidad de arruinarlos. En tanto más lejos están de ella, mejor. Con métodos hábiles, deben hacer el mejor uso de esta para su propio bienestar. (Guita Vahini cap 5)