La acción, el trabajo en que las manos están ocupadas, es la fuente de la felicidad o las penurias. Afirmas que estás feliz, ansioso o asustado, o que tienes un problema. Muy a menudo, atribuimos la causa de estas expresiones a algún otro, no a nosotros mismos. Esto es incorrecto; la felicidad y las penurias se deben solo a nuestras acciones. Ya sea que decidas aceptar o rechazar esta verdad, experimentarás las consecuencias de tu acción. Esta es la ley de la naturaleza. Tal vez no creas en el verano o en el invierno, en el fuego o la lluvia, pero no puedes escapar al calor y al frío. De cualquier modo, te afectan. Por eso, los virtuosos y sabios orientan sus actividades a lo largo de lineamientos adecuados. ¡Asimila estas lecciones, demuestra su efecto en tus pensamientos y palabras, y trasládalas a la acción! (Vidya Vahini, Capítulo 19)