Cada persona es responsable de cometer errores sin estar consciente de ello. Sin importar que tan luminoso sea el fuego o la luz, algo de humo emanará de él. Así también, cualquiera sea la buena acción que una persona pueda hacer, en ella estará mezclada una minúscula traza de maldad. Sin embargo se deberían hacer esfuerzos para asegurar que la maldad sea minimizada, que el bien sea más y el mal menos. Naturalmente, en la presente atmósfera, puede que no tengan éxito en el primer intento. Deben pensar cuidadosamente en las consecuencias de lo que sea que hagan, hablen o ejecuten. No es la naturaleza de un aspirante espiritual buscar las faltas en los demás y esconder las propias. Si alguien les señala sus faltas, no discutan y traten de demostrar que tenían razón, y no se queden resentidos contra ellos por eso. Razonen dentro de ustedes como es esa falta y enderecen el propio comportamiento. Racionalizarlo para la propia satisfacción o buscar vengarse de la otra persona que se las señaló – estos ciertamente no son los rasgos de un devoto aspirante espiritual. Prema Vahini, C 63. Versión en inglés.