Mensaje de la pizarra de Prashanti Nilayam del día 28 de febrero de 2020

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Un agricultor limpia y nivela la tierra, remueve las piedras y las espinas, ara y prepara el campo, abona y fortalece el suelo, lo riega y fertiliza. Luego, después de sembrar, trasplantar, sacar las malezas, rociar y esperar, levanta la cosecha. Después de limpiarla y trillarla, apila el maíz. Todos estos diversos procesos se realizan para beneficio del estómago. Así también, uno debe sentir que todo: hambre y sed, alegría y tristeza, dolor y pérdida, sufrimiento y cólera, alimento y apetito, son solo impulsos que nos ayudan a lograr la presencia del Señor. Cuando uno tiene esta actitud, el pecado nunca manchará estas actividades. Los apetitos también desaparecerán, sin dejar vestigio de nombre o forma. Por otro lado, si los apetitos son tratados como algo importante, uno solo puede obtener sufrimiento, no alegría. Será imposible adquirir paz. Todos los actos: usar, comer, caminar, estudiar, servir, moverse, deben realizarse con un espíritu de dedicación al Señor. (Prema Vahini, capítulo 55, edición en inglés)