Concéntrense en el amor de Dios. Aunque la madre, el padre y el preceptor de uno deben ser adorados como seres divinos, no son Dios. Dios debe ser adorado como madre, padre, preceptor, pariente y amigo. Todos ellos habitan en sus respectivas moradas, pero Dios habita en sus corazones. Amen al Señor que reside en sus corazones. Todos los demás objetos de amor son transitorios. Al desarrollar el amor, uno ve lo Divino en todos los seres. Es como llevar gafas de colores. Si ves el mundo a través de las gafas de amor, verás el amor en todas partes. Las gafas y la visión deben estar en armonía, y sólo con el amor puedes ver la belleza del mundo. Es a través del amor que se fomentan cualidades nobles como la bondad, la compasión y la empatía. Encarnaciones del amor! Ustedes están llevando a cabo una variedad de ejercicios espirituales (sadhanas). Dios no busca su sadhana. Tampoco busca su devoción. Él sólo busca su amor. Discurso del 9 de julio de 1998.
