Las personas tienen fe en los cálculos de los científicos acerca de las distancias entre los planetas y sus tamaños. Pero dudan cuando se enfrentan a las conclusiones a las que han llegado los investigadores que han visto y mostrado, experimentado y disfrutado las Verdades, yendo al espacio interior y a las regiones interiores del Espíritu. Es una obstinación irracional la que hace que las personas se aferren a las creencias que han aceptado como incuestionables. Como dice la declaración: “El fuego subterráneo puede ser tomado en la palma de la mano y el cielo puede ser contactado como una entidad concreta, pero uno nunca puede refinar la mente de una persona obtusa y obstinada «. Porque uno puede despertar a una persona que duerme; uno puede hacer que una persona que no está dormida se levante y se mueva; pero uno nunca puede despertar a un individuo que finge estar dormido. Evitar deliberadamente la iluminación del conocimiento es un pecado contra la espiritualidad. Nuestros estudiantes deben dar la bienvenida a la luz, en todo momento y desde todo lugar. (Discurso de 1 de diciembre de 1982, Campus de Anantapur)