Ahimsa, la virtud de la no violencia, es la primera flor virtuosa que Dios más ama. Esto involucra mucho más que abstenerse de dañar a seres vivos. Uno debería desistir de causar dolor a cualquier ser vivo no solo a través de las acciones, sino incluso con palabras y pensamientos. Uno no debería albergar ninguna idea de herir o humillar a otro. La segunda flor que Dios desea es el control y dominio de los sentidos (indriya nirgaham). Uno no debería correr tras los placeres sensuales y el gozo sensorial. La tercera flor que es muy amada por el Señor es la compasión (daya). La compasión hacia todos los seres vivos y todas la cosas le complacen al Señor (Sarvabhuta-daya), ya que ¡’Todo es Dios’, ciertamente! Deben recordar siempre que las escrituras nos enseñan que la adoración y respeto dado a cualquier dios alcanza al Supremo (Sarva deva namaskaram Keshavam prati gacchati). Esto debe tenerse en cuenta con la misma validez que: ¡La humillación a cualquier ser vivo alcanza al Supremo (Sarva Jeeva thiraskaram Keshavam prathigacchati) Sathya Sai Baba. Discurso del 06 de octubre de 1981