Dios está en todas partes, en todo momento; Él es quien realiza todo. Realiza la hazaña menor de asumir la forma humana y crecer entre los hombres y las mujeres, y estar en medio de ellos para inducirlos al camino de la verdad. Él da a la humanidad una posibilidad de saborear Su dulzura y tener un atisbo de Su gloria. Él actúa en ausencia de toda compulsión, para que los seres humanos también puedan optar por actuar así. El sabio Vyasa pasaba casualmente por donde Krishna estaba lavando los caballos de la carroza de Arjuna, en el agua del Yamuna; derramó una lágrima, al contemplar la tarea que el Señor se había impuesto a Sí Mismo con el propósito de guiar al hombre por el buen camino. Krishna actuó en el papel de sirviente de Arjuna, para que el hombre pudiera saber cómo servir, y en consecuencia elevarse a la soberanía. (Discurso, 13 de agosto de 1971)