Reciten el Nombre; canten Su gloria
Sai Ramesh Hall en Brindavan
Cuando uno renuncia a lo que se ha de renunciar,
cuando uno conoce lo que se necesita conocer,
cuando uno alcanza la meta que debe alcanzar,
¿cómo puede describirse la Bienaventuranza obtenida de ello?
A lo que se ha de renunciar es a estos pensamientos mundanos;
lo que se ha de conocer es la verdad acerca de la vida;
lo que se ha de alcanzar es la Conciencia Brahmánica;
¿qué mayor bienaventuranza puede haber que ésta?
¡Encarnaciones del Amor! Menospreciando la vida humana como trivial y transitoria, la gente está olvidando la Divinidad refulgente, que es eterna. El hombre no es un ser ordinario. El término Nara aplicado al hombre significa Atma (el Espíritu). El hombre es la encarnación de tres entidades. Él tiene una forma en el estado de vigilia, otra en el estado de sueño y una tercera en el estado de sueño profundo. Aunque el estado de vigilia es descrito de muchas formas, la deidad que lo preside es llamada Vishva. Ella está formada por cinco componentes: los cinco elementos básicos, los cinco pranas (alientos vitales), los cinco órganos sensoriales, los cinco Koshas (envolturas), la mente, el intelecto, la Voluntad, Ahamkara (el Ego) y el Jivi (Espíritu Morador Interno). Juntos, los veinticinco representan al Señor del estado de vigilia. Vishva, haciendo uso de los órganos sensoriales en el estado de vigilia, experimenta el cosmos como impregnado por lo Divino.
Las experiencias del sueño son creaciones mentales del soñador
En el estado de sueño, la deidad que lo preside es llamada Taijasa en base a Tejas. Tejas sólo posee 17 componentes. Los cinco órganos sensoriales, los cinco alientos vitales, las cinco envolturas, la mente y el intelecto.
En el estado de sueño, el individuo está creando sus experiencias de sueño, incluyendo la alegría y la pena. Las experiencias del sueño son creaciones mentales del soñador. En el estado de sueño profundo, la entidad divina es Prajña. En este estado sólo hay una facultad presente: Prajña-shakti (el poder de la Conciencia). Esta conciencia representa el Principio Supremo de Brahma. Las escrituras declaran “Prajñanam Brahma” (La Conciencia es el Supremo Absoluto). En este estado, los cinco elementos, los cinco alientos vitales y las cinco envolturas están ausentes. Con la mente y el intelecto también ausentes, el individuo se halla en un estado de Bienaventuranza Suprema, Sat-Chit-Ananda (Ser-Conciencia-Bienaventuranza).
Así, el hombre no es una entidad sino una personalidad triple en los tres estados de conciencia. No obstante, sin reconocer el factor unificador, el hombre se deleita con la multiplicidad, se vuelve víctima de su propio autoengaño a través de Maya (la ilusión) y olvida su verdadera naturaleza.
El hombre es descrito como Tungabhadhra, el río de la Vida
Debido a que el hombre se vuelve un esclavo de sus sentidos, él desciende al nivel animal en lugar de elevarse al estado de Maestro Divino, Pashupati. El hombre es como un trozo de caña de azúcar, con muchos nudos. Estos nudos en el hombre son las malas tendencias como la lujuria, la ira, la codicia, el apego, el orgullo y la envidia. Estas tendencias adoptan diversas formas tales como el amor por la riqueza, el apego hacia la esposa y los hijos, y demás. A causa de estos apegos, él olvida su verdadera naturaleza. Las escrituras describen al hombre como Tungabhadhra. Este nombre es asociado generalmente con el de un río. Sin embargo, en realidad Tungabhadhra es el Río de la Vida. ‘Bhadra’ significa aquello que es auspicioso. ‘Tunga’ significa aquello que es inmenso e inconmensurable. Tungabhadhra se refiere al cuerpo, que es capaz de conferir un bienestar ilimitado al ser humano. Debido al mal uso de este cuerpo, el hombre está arruinando su vida y destruyendo su verdadera naturaleza.
El cuerpo es para prestar ayuda a otros y no para el disfrute propio. Desafortunadamente, debido a las perversiones de la mente, el hombre se pierde en los placeres mundanos. Él es un esclavo de los caprichos de la mente y hace caso omiso del consejo del Buddhi (intelecto).
El hombre debe recordar que la misma Prajña (Conciencia) Divina está presente en todos los seres humanos. Esta verdad es aceptada por todos los credos. Puede surgir la pregunta de por qué Dios no es visible si Él lo penetra todo. La respuesta es que aunque Dios es omnipresente, Él puede ser experimentado sólo por aquellos que tienen un corazón puro. Así como la leche de vaca sólo puede obtenerse de la ubre y no de otra parte de la vaca, la imagen de Dios puede ser visualizada sólo por aquellos que poseen un corazón lleno de amor, puro y libre de egoísmo. Dios no puede ser percibido por quienes poseen mentes impuras y corazones contaminados. El sol no puede ser visto cuando una nube lo oculta. Sin embargo, cuando el viento disipa la nube, el sol refulgente se vuelve visible. Del mismo modo, el hombre tiene que alejar la nube de la ignorancia que envuelve su mente meditando en Dios. En esta Era de Kali, no hay modo más grande o más fácil de realizar a Dios que recitar Su nombre.
Cuatro modos de recitar el nombre del Señor
Hay cuatro modos de recitar el nombre del Señor. Uno es Kirtana (el canto). Luego está Sankirtana (el canto comunitario). Otro modo es Dhyana (meditar en lo Divino). El cuarto es la contemplación de la forma de Dios. De todos ellos, la meditación en el nombre es fundamental.
Meditando en el Señor, Chaitanya y Mira experimentaron la visión extática del Señor en su interior. Ambos estaban inmersos en el sentimiento de devoción por el Señor.
Quienes experimentaron al Señor recitando el nombre Divino fueron Narada, Tukaram, Tulsidas, Ramadas y otros. En respuesta a una pregunta de Narada, Krishna declaró que Él está presente dondequiera que Sus devotos canten Su gloria. El canto no debe ser un mero ejercicio musical sino que debe expresar devoción genuina.
Algunos devotos cantan canciones sobre los lilas (milagros y juegos) de Dios. Jayadeva, por ejemplo, cantó sólo acerca de los juegos de Krishna olvidando todo lo demás. Él se identificaba totalmente con Krishna.
Radha representa la Rupa sankirtana (cantar la gloria de la forma del Señor) de Krishna. Ella veía a Krishna en cada objeto. El corazón se conmueve sólo cuando las palabras del poema o la canción se interpretan melodiosamente. (Aquí Bhagavan demostró cómo la forma de cantar hace toda la diferencia en el atractivo de la canción: “Rama Nannu Kapadhu” – (Oh, Rama, sálvame).
A través del canto devocional uno puede fundirse en Dios. Esa es la razón por la que el Señor es descrito como Ganalola o Ganapriya (Aquel que ama el canto o a quien le encanta la música). Es conveniente que un devoto combine la recitación del nombre del Señor con el canto y la oración para fundirse en Dios.
Ahora se considera que estas tres cosas son distintas unas de otras. Esto no es correcto.
Dios es uno: los nombres son muchos
Los devotos se sienten inclinados a adorar al Señor bajo diferentes nombres. Ellos consideran que los nombres son diferentes. Olvidan que todos por igual son encarnaciones de Dios: Sat-Chit-Ananda (Ser-Conciencia-Bienaventuranza). No debe haber sentimientos de alto y bajo. Sólo quien posee el sentimiento de unidad puede ser llamado un renunciante. Es un error hacer una distinción entre Rama y Shiva, como hacen algunos devotos de mentes estrechas. Los Vaishnavitas y los Shaivitas que van al templo de Tirumala alaban al Señor como Venkataramana o Venkateshvara respectivamente, como si los dos nombres fueran diferentes aunque representan a la misma deidad. Tyagaraja señaló que la palabra Rama está compuesta de las sílabas vitales “Ra” y “Ma” en los mantras a Narayana y Shiva respectivamente. De este modo, los devotos deben buscar la unidad en la diversidad aparente en lugar de buscar dividir lo que es uno.
La naturaleza de Dios sólo puede ser comprendida correctamente por aquellos que están llenos de devoción. Todos deben estar llenos de amor. El amor no puede fluir de los mantras de quienes están inmersos en el egoísmo y el orgullo de sí mismos. El amor fluye de aquellos que son humildes. No puede surgir en aquellos que son engreídos y presumidos. El amor a Dios puede surgir sólo de pensamientos amorosos. Debe haber un anhelo por Dios, así como uno tiene que experimentar hambre para pensar en comida. Hay hambre de Dios en todos, pero la enfermedad del orgullo le impide a uno sentir el hambre. La negación de Dios es una especie de enfermedad. El no creyente se ve afectado por una variedad de enfermedades como el orgullo, la envidia, la ira y la codicia.
Uno debe ser puro para sentirse atraído por el Señor
Hay algunos que tienen un pie en la fe y el otro en el descreimiento. Por algún tiempo ellos viven con devoción y luego se pierden en los asuntos mundanos. El resultado es que obtienen lo peor de ambos mundos. Uno no debe tratar de montar dos caballos al mismo tiempo. Adhiéranse a una cosa y prosíganla con determinación. Hoy no hay tal perseverancia porque los hombres se sienten atraídos por diversos placeres mundanos. No es bueno dejarse seducir por tales atracciones. El hombre debe sentirse atraído sólo por Dios. Krishna ha sido descrito como alguien que es atractivo en todos los sentidos, por Su aspecto, Sus palabras y Sus acciones. Uno debe ser puro para sentirse atraído por el Señor. Una persona sensual es como un trozo de hierro oxidado, que no puede ser atraído por un imán.
En el mundo de hoy el hombre está atrapado entre las fuerzas del mal y las fuerzas del bien, como en la guerra del Mahabharata entre los malvados Kauravas de un lado y los virtuosos Pandavas del otro. Krishna estaba del lado de los Pandavas, aunque Él no participó en la lucha. Dios siempre está del lado de los buenos y los virtuosos.
“Vean lo bueno, sean buenos, hagan lo bueno, ese es el camino hacia Dios.” Hagan cada esfuerzo por experimentar a Dios.
Los bhajans tienen un valor supremo
La gente puede decir que cuando ustedes van a ver a Sai Baba, no hay otra cosa que bhajans. Tomen conciencia de que no hay nada más grande que los bhajans. ¡Cuánta bienaventuranza hay en los bhajans! ¡Qué demostración de unidad hay cuando innumerables gargantas se unen pronunciando el nombre de Dios! Las vibraciones que emanan de ellas hacen que el corazón vibre. Si cantan solos frente a su altar, las vibraciones regresan a ustedes como reacción. Sin embargo, en el canto comunitario, lo que hay no es reacción sino una ola de vibraciones. Ellas entran en la atmósfera y purifican el aire contaminado. Hoy la atmósfera está contaminada por malos pensamientos y sentimientos. Cuando cantan la gloria de Dios, los gérmenes malos en el aire son destruidos y éste se purifica mediante un tratamiento de antibióticos por así decir.
Por lo tanto, los bhajans son de un valor supremo. Se ha dicho que en esta Era de Kali no hay práctica espiritual más grande que cantar el nombre del Señor. Que cada uno recuerde el nombre de Rama en el momento de su muerte, sea un millonario o un mendigo, sea un erudito o un analfabeto. ¡Canten el nombre del Señor y rediman sus vidas!
Traduccion Mercedes Wesley